Un gran número de palabras se mencionan en un texto una detrás de la otra. Cada una está sola, aparentemente sin compañía, como si se las hubiese elegido al azar, sin intención alguna. De a poco van apareciendo más y empiezan a relacionarse con las otras, a tomar fuerza y significado. Finalmente la autora explica que desea brindarle un homenaje a todas ellas, las cuales tienen que ver con el arte de coser, debido a que su madre y su tía solían realizar esa actividad mientras ella hacía los deberes.
Lo que caracteriza al texto es la falta de descripción de los objetos mencionados. Éstos solos se nombran y cada lector debe imaginarlos como quiera y ponerlos en el orden que se le ocurra. Así se plantea una metáfora con la vida, la cual uno va “cosiendo” día a día. Las palabras son los actos que uno realiza, ya sea estudiar, comer, saltar, jugar, amar, etc. Y el trabajo realizado por la madre y la tía de Molloy es la vida en sí, lo que uno va construyendo de a poco. Durante el transcurso, de una hora, un día, un mes o una semana uno realiza un sinfín de acciones, una detrás de la otra, las cuáles se podrían enumerar aparentemente sin sentido alguno, pero que finalmente conforman lo que es la vida, o en éste caso el costurero.
Alumno: Alejandro Fainstein
Profesor: Santiago Castellano
Comisión: lunes de 21 a 23 hs
Consigna: realizar una nota de lectura del cuento “Homenaje”
Escritura: primera
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